Antes de que Hemingway fuese Hemingway

Todo escritor tiene su prehistoria, un tiempo en que veló armas antes de arrojarse a la plaza y ser empitonado (o aplaudido) por la cornamenta de los lectores. Hay quien no se atreve a pisar el albero por temor a las almohadillas y los pitos, y hay quien, siendo consciente del peligro, sí lo hace. Muy pocos alcanzan la gloria de las tardes memorables, cuando salen a hombros por la puerta grande. Valga este carrusel de metáforas para escribir sobre el taurino Ernest Hemingway (1899-1961), galardonado con el Nobel de Literatura en 1954, cuando este premio aún significaba algo. Hemingway también veló armas antes de lanzarse a la arena de las letras. Eligió el periodismo para probarse. De 1920 a 1924, después de participar en I Guerra Mundial, escribió para The Toronto Star . Antes lo había hecho en el Kansas City Star . El libro Publicado en Toronto (Debolsillo) reúne una selección de los más de 150 artículos publicados por Hemingway en el diario canadiense. El per...